Dominar el arte del prompter no siempre es un ejercicio fácil
La primera vez que lo prueba, mucha gente se sorprende. Se puede pensar que lo único que hay que hacer es leer un texto reflejado en el cristal y ya está, como esos presentadores de televisión: están tan cómodos que parece un juego de niños, ¿verdad?
Sólo que conseguir seguir el flujo del texto, adoptar un buen ritmo, respirar y marcar correctamente las pausas, saber enfatizar los puntos importantes gracias a la entonación: ¡no todo el mundo logra hacer todo esto!
Entonces: ¿cuáles son las sutilezas? ¿Por qué es importante contar con un coach sepecializado en el prompter que guíe al orador?
Hoy les presentamos aquí algunas de las astucias y otros puntos importantes a tener en cuenta cuando se utiliza esta tecnología. Sus clientes podrán optimizar el uso del prompter y hasta quizás se convertirán en los mejores oradores de la historia 😊
1. Cómo manejar el texto del prompter: primeras pruebas
Después de que los «bolígrafos» (¡o el propio orador!) hayan dedicado días, semanas o incluso meses a la redacción de un texto, llega el gran día.
¡Es el día del evento!
El lugar es perfecto, los equipos técnicos están listos, todo funciona correctamente, en síntesis: se dan las condiciones para que el evento sea un éxito.
Por nuestra parte, el operador del prompter está en su sitio, asegurándose de que tiene una visión del prompter y de su usuario, los textos se han introducido en el software y la maquetación se ha hecho antes de que llegue el orador. La maquetación, o compaginación, es un paso que requiere del tiempo suficiente, y es un proceso a través del cual el operador de prompter ayudará mucho al talento en su actuación.
Una vez el prompter listo y en su lugar, el primer paso es presentar el dispositivo de prompter al interlocutor para que se conozcan. Dependiendo del prompter elegido (cámara, plasma, presidencial o de conferencia…) la visualización del texto no será la misma. En primer lugar, el orador debe familiarizarse con su «aliado secreto», y luego podrá hacer sus primeros comentarios para realizar los ajustes necesarios según sus preferencias, pero también para ponerse en situación y orientarse en el espacio definido.
2. Ensayos
Antes de empezar, hay que validar el tamaño y el tipo de letra del texto, la maquetación… todo ésto para que el interlocutor se sienta cómodo al leer. De esta manera se le evita forzar la vista y los gestos de una posible incomodidad al leer. Una vez validados estos detalles iniciales, ¡comienza el ensayo!
Este es un momento muy importante para el orador pero también para el operador del prompter, ya que es en este momento en el que se establece la conexión humana entre ambos… el comienzo de un trabajo en equipo.
De hecho, los clientes nos preguntan a menudo: «¿El prompter es automático?” Sin duda, esta interrogación se debe a que muchos rodajes se realizan con aplicaciones automáticas que no permiten una lectura cómoda y una reproducción sincronizada con la voz del orador, lo que puede dejar un mal recuerdo de la experiencia del prompter a su utilizador.
Así que nuestro papel es también tranquilizar al interlocutor, mostrarle que la velocidad del texto puede adaptarse a su ritmo, gracias a la intervención manual del operador. Sí, es una persona (y no un algoritmo) quien gestiona la velocidad para que el desfile del texto se ajuste al ritmo del habla.
Llega entonces el momento de ensayar algunas líneas (o todo, según se prefiera) del esperado discurso para demostrar que el prompter sólo puede ayudarles a sublimar y aportar otra dimensión a su discurso.
Estos ensayos son una etapa crucial del evento, que permitirán al orador depositar su confianza y optimizar el uso del prompter.
3. Consejos del coach de prompter
Nuestra experiencia en 300 eventos al año ha demostrado que hay un hilo conductor en todos estos discursos: debe existir una armonía entre el orador y el prompter. Y más allá de ello, es la personalidad del orador la que definirá la eficacia de la interpretación de su discurso.
Todos los oradores son diferentes y cada uno tiene su propia manera de hacer las cosas, pero nosotros estamos aquí para garantizar que el mensaje se transmita con el impacto que merece.
He aquí algunos consejos para garantizar esa eficacia.
- En primer lugar, la respiración
Esto es fundamental en cualquier discurso, en cualquier entrega. La respiración es un elemento clave a la hora de hablar y juega un papel importante en la interpretación del texto, no sólo para el orador sino también para el público.
Esto permitirá una mejor elocución, el público tendrá tiempo de integrar la información y el discurso tendrá más impacto.
- En segundo lugar, quitar la mirada del prompter.
Cuando se utiliza un prompter de conferencia o de escenario, ayudamos al orador a mantener el contacto visual (eye-contact) con el público mediante varias técnicas. Una de las más importantes es la compaginación del texto, la cual se realiza con un estilo propio de Solutions Prompteur. Gracias a los conocimientos del operador, la interpretación del texto se facilita a través de este know-how y el resultado es más natural.
Una vez que se domina la respiración, el texto está bien integrado y la lectura se hace más fácil, es necesario separarse de él de vez en cuando. El objetivo es mantener el contacto visual con el público, para que no parezca que se está leyendo, sino todo lo contrario, que se lo domina sin apoyo, y esto es algo que se puede conseguir cuando se empieza a ganar confianza en si mismo y en su discurso, de ahí la importancia del acompañamiento de un coach prompter para lograrlo.
Por eso es tan importante contar con un coaching de prompter, para tener un mayor impacto y mantener la atención de la audiencia.
- Por último, ¡ser natural es la clave!
No sólo para el orador, sino también para el público. Los que escuchan el mensaje esperan algo vivo, auténtico y personal. Estamos en la era de la verdad, por lo que la naturalidad ocupa un lugar importante en cualquier discurso.
Este último punto se une y completa los otros.
Durante un discurso, al público le gusta la sencillez y la proximidad. Para ello, además de los puntos anteriores, aconsejamos al orador que «juegue con el texto». La improvisación, el humor (según el contexto), salirse del texto, añadir frases imprevistas, etc. Con estos añadidos se consigue el objetivo deseado: mostrarse natural.
Si sus clientes tienen en cuenta estos aspectos, lo más probable es que consigan la dimensión que le falta a un discurso perfecto, que combinará un tono natural, una actitud cautivante y segura, y por supuesto: un público conquistado.
Visite nuestra página de coaching de oradores para saber más sobre cómo apoyamos a nuestros clientes….