Nos ocupamos de las ceremonias de clausura de París 2024: esto es lo que nadie vio.
Soy Lucía Arribas, fundadora de Solutions Prompteur. Es difícil describir la alegría que tuvimos celebrando en directo el último relevo de la antorcha y las ceremonias de clausura de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024.
Estuvimos en Perú en 2017 con toda la delegación francesa luchando por traer los Juegos Olímpicos a Francia… y este año, ese sueño se ha hecho realidad.
En este artículo, voy a compartir contigo una estrategia muy especial. Si sospechas que en un evento tendrás que incluir varias proyecciones en pantalla con subtítulos, traducciones, imágenes… ¡Ten cuidado!
80.698 personas siguieron en directo el acontecimiento en el Stade de France.
80.698 personas dentro, millones en casa.
Te cuento esto para que te imagines lo importante que era que nada fallara durante los discursos subtitulados. Si algo salía mal, un orador habría quedado en evidencia ante todo el planeta.
Para estas ceremonias de clausura, se nos pidió que hiciéramos un doble servicio:
1. Por un lado, acompañar a los oradores con el prompter.
2. Por otro lado, y al mismo tiempo, enviar la traducción simultánea vía prompter a todas las pantallas gigantes del Stade de France.
En mis 20 años de carrera, he visto de todo, pero este acontecimiento… es lo más parecido a una final de la Liga de Campeones que un no futbolista pueda imaginar. Es indescriptible. Si sales vivo de aquí, creo que puedes hacer cualquier cosa.
¿Por qué digo eso?
El mayor reto no tuvo casi nada que ver con el prompter.
Con el prompter, ningún problema.
Esa era la teoría… pero en la práctica, era otra cosa.
Pero para los subtítulos, había que mostrarlos simultáneamente con las traducciones de lo que decían los oradores, así como la «Voice of God» en el Stade de France (pedir a la gente que se sentara, dar la bienvenida a las distintas delegaciones, etc.). Todos estos anuncios eran gestionados por nosotros y debían realizarse mediante nuestro software de prompter.
Éramos cuatro en nuestro equipo y trabajábamos de noche.
Durante el día se celebraban todas las competiciones y era imposible ensayar, así que ensayábamos de 10 de la noche a 6 de la mañana.
Para los subtítulos, había pensado utilizar el programa prompter de una manera poco utilizada y poco conocida. En lugar de desplazarse de abajo arriba por el texto, como suele ocurrir, se puede ir directamente a la frase siguiente. En lugar de hacer desfilar el texto, se colocaron marcadores y se utilizó un botón para saltar de frase en frase de forma similar a los subtítulos de una película.
¿Cuál era el problema?
Cómo responder a las exigencias estéticas de la proyección de imágenes: más allá de un servicio de prompter clásico.
Recibimos muy pocas instrucciones. No fue hasta la última noche de ensayos, a las 4 de la mañana, cuando nos sorprendieron con exigencias estéticas que el software de prompter no puede manejar… pero 20 años de experiencia sí.
Había limitaciones estéticas en la presentación del tipo de letra, los colores, la forma…
Me di cuenta de que si teníamos que gestionar mucho texto a último momento (para añadirlo como subtítulos), podía resultar complicado, porque necesitábamos mucho tiempo para colocar los marcadores, y todo se calculaba al milímetro.
A las 4 de la mañana, la víspera de la primera ceremonia de clausura, me veo obligada a decir: «Chicos, tenemos que rehacerlo todo».
Obviamente, sentía cansancio, pero decidí «cambiar de estrategia» y pasar de utilizar el prompter a utilizar otro software con el que podía crear ventanas con una alineación perfecta para cada frase.
Podía gestionar los fondos, tenía más opciones sobre el color de los tipos de letra, la estética… Podía hacer todo esto mientras enviaba simultáneamente 4 o 5 imágenes diferentes.
En la pantalla de retransmisión del Stade de France, enviamos un texto en inglés, otro en francés (con colores diferentes) y también estaba la imagen de la persona que hacía el lenguaje de signos.
Un aspecto clave de los eventos de alto riesgo.
Como he dicho, a las 4 de la mañana me di cuenta de todo esto y decidí conmutar a un mundo completamente nuevo. Toda nuestra capacidad de reacción y discernimiento se desplegó esa noche: dejamos atrás un software con el que nos sentíamos cómodos, pero que podía limitarnos.
Tuvimos que salir de esa famosa zona de confort para anticiparnos a las necesidades y cumplir realmente los estándares de calidad y, sobre todo, los requisitos estéticos del acontecimiento.
Francamente, un cambio así a menos de dos horas del final de los ensayos sólo puede justificarse por la experiencia y un profundo conocimiento técnico del contexto.
El cambio fue un éxito, pero no fue una apuesta.
En un acontecimiento como éste, no puedes permitirte hacer apuestas.
O sabes cómo hacerlo… o sabes cómo hacerlo.
Aunque la organización no fue óptima para nosotros, todo lo que viví me hizo amar aún más a Francia.
Estamos tan orgullosos de haber aportado nuestro granito de arena a los magníficos logros de Francia a través de estos Juegos Olímpicos, tan bellos, conmovedores, creativos, innovadores, integradores, históricos y de soñados…
Escribo esto con emoción, sintiendo en lo más profundo de mi corazón que amo a los franceses, que amo a Francia y que estoy terriblemente orgullosa de haber contribuido a un momento tan histórico como los Juegos Olímpicos en París.
Lucía ARRIBAS
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